A quien a partir de ahora me diga que la magia no existe, le diré que está muy, muy, muy equivocado…
Para poneros en situación y que podáis entenerme mejor, os cuento un poco. Adrián Valencia es uno de mis top 3 ilustradores favoritos. No hay vuelta de hoja. Sus dibujos son I N C R E Í B L E S y E S P E C T A C U L A R E S. Tienen alma y están vivos. Son dulces y monísimos, divertidos y elegantes, super estilosos y frescos. Es imposible verlos y no enamorarse de ellos. Tienen el factor X…
Adrián Valencia nació en Argentina, pero vive y trabaja en Londres desde hace más de 10 años. Estudió diseño gráfico y decidió hacerse ilustrador. Desde el año 2000 trabaja como ilustrador para varios países y hace de este mundo un mundo mejor con sus preciosas y adorables ilustraciones.
Descubrí sus dibujos hace unos 3 años, cuando buscaba en internet fuentes de inspiración. Intenté imitarle, pero fue imposible, además de que me pareció una falta de respeto, je, je, je… Así que empecé a guardar los links de las ilustraciones que iba encontrando. También, en más de una ocasión, me sirvieron como inspiración para peinarme, ya que las chicas que dibuja tienen un pelo totalmente irresistible. Muchos de sus dibujos fueron amores a primera vista, así que de inmediato se colocó en el pódium de mi más profunda admiración.
© Copyright Adrian Valencia. All rights reserved. Digital or printed reproduction without the express written permission is strictly prohibited.
Dicho esto, empiezo con la historia.
El pasado domingo 1 de junio me levanté tarde y desayuné tarde. Todavía en pijama, llevé los platos del desayuno al fregadero y a continuación hice algo que no hago nunca. Como si una voz en mi cabeza me dijera que TENÍA que ver algo, entré en mi Facebook, un domingo por la mañana.
Entré y encontré una publicación de Adrián Valencia diciendo que ese mismo día iba a estar un rato en una cafetería en Tokyo, por si alguien quería pasarse por allí. Se me cortó la respiración, me saltó el estómago y los ojos se me abrieron como platos…
Hace tiempo que le acoso 😉 sigo en Facebook, Tumblr y otras redes sociales, así que ya sabía que estaba en Japón esos días. De hecho, hasta le envié un mensaje ofreciéndome como guía turística voluntaria, XDD
Pero lo que nunca, nunca, nunca hubiera podido llegar a imaginar es que realmente iba a poder encontrarme con él en Tokyo.
Cuando vi el mensaje, los niveles de adrenalina me llegaban al techo, así que salté a la ducha, me coloqué un vestido de Liberty Prints hecho por mi misma, me puse un poco de antiojeras, pillé mi Moleskine por si había oportunidad de pedirle un autógrafo y salí corrieeeeeeeendo camino a Shibuya. Mientras me vestía contesté a su publicación diciendo que iba. La compartí y empecé a llamar por teléfono a varios amigos. Le dejé un mensaje en el contestador a una amiga mientras me lavaba los dientes, quien me llamó asustada porque no entendía una palabra de lo que le decía y se pensaba que me pasaba algo XDDD. Ya en el tren envié emails y avisé por Line, pero la escasa antelación hizo que ninguno de mis amigos pudiera venir.
Bajé del tren en Shibuya y me dirigí a la cafetería, que, casualmente, suelo frecuentar. El corazón me iba a 1000 por hora. No podía creer que iba a conocer a alguien a quien admiro tanto. Ups, espera, ¿cómo iba a reconocerle? Gracias a la tecnología que ahora cabe en la palma de una mano, busqué fotos suyas en internet. No encontré muchas, pero las suficientes para plantarme delante de él y preguntarle, muerta de vergüenza, si era Adrián Valencia.
http://www.novelicious.com/2012/12/novelicious-chats-to-book-cover-illustrator-adrian-valencia.html
No puedo describir con palabras lo G E N I A L que fue conversar y reír con él. Mi teoría se re-confirma: la gente que dibuja tan bien son personas M A R A V I L L O S A S.
Hablamos de ositos y pasteles, de ciudades y museos, de acuarelas y de técnicas de dibujo. De mil y una cosas. De dos mil y una cosas… Con la borrachera de la risa, el sol radiante y un café con hielo, finalmente me atreví a pedirle si me podía firmar un autógrafo. Saqué mi Moleskine del bolso y me dijo que por supuesto. Pero entonces se puso a mirar los dibujos que yo había hecho en el cuaderno… Dios, ¡qué vergüenza!. Pero fue superdivertido… me psicoanalizó a través de cada página (acertando de pleno… XDDD) y me hizo las críticas más constructivas, sinceras y útiles que he recibido en mi vida. Me dio muchos consejos para dibujar, para preparar mi portfolio, para dejarme llevar sin preocuparme de “dibujar bien”. Y además, le gustaron algunos de mis dibujos ^________________________________________________________^.
Después de hablar un rato más, entonces me dijo que me iba a dibujar. (*O_O*)
Se paró el mundo. Y el resto del Universo.
Que uno de vuestros ilustradores favoritos os diga que os va a dibujar es mucho más que un sueño imposible hecho realidad. Es un milagro. Un regalo del cielo. La prueba de que la magia existe.
Cuando me lo enseñó tuve que hacer un sobreesfuerzo por contener las lágrimas de felicidad que se me atascaron en la garganta y me dejaron sin voz… Es más que precioso…
Con semejante experiencia, sus consejos, trucos, secretos y críticas tengo los niveles de energía por las nubes, así que ahora no hay quien me despegue del lápiz.
Y quizá esto haya sido el factor clave para que de una vez por todas empiece a dibujar sin miedo. Si lo logro, ya sabemos a quien habrá que darle las gracias ^______________^.
Gracias, Adrián, por regalarme uno de los mejores días de mi vida. ^_____________________________________________________________________________________________^
Para conocer más las obras de Adrián Valencia os dejo aquí sus redes sociales, si le seguís en alguna os aseguro que el ver sus dibujos os alegrará el día :
¡Que disfrutéis de sus dibujos! ^________________^
Imágenes:
© Copyright Adrian Valencia. 2000-2012. All rights reserved. Digital or printed reproduction without the express written permission is strictly prohibited.