¡Hola a tod@s!, ¿Qué tal os han sentado las vacaciones del fin de año?
Para muchos la rutina vuelve mañana y en la mayoría de los casos se afronta con apatía y dolor. Bueno, si estuviésemos siempre descansando también nos aburriríamos, ¿no es cierto? 😉 Hay que ser positivos y pensar que el trabajo nos permite después pasar unas felices vacaciones, en el mejor de los casos, viajando. p(^___^)q ¡¡¡ánimo!!!

Mucha gente me suele preguntar que cómo puede ser que tenga tiempo para hacer todo lo que hago. Recientemente he recibido varios mensajes y correos preguntándome que cuál es mi secreto para organizarme o cómo puedo tener tiempo para todo.

Bueno, los que me conocéis de cerca bien sabéis que esto no es cierto. Ni tengo tiempo para todo ni soy una de las personas mejores organizadas del mundo. En absoluto. Pero tengo algunos trucos que me ayudan a seguir el ritmo frenético de la vida en Tokyo, cumpliendo con mis trabajos, mis tareas de ama de casa y mis hobbies.

Pues bien, he decidido escribir este post para compartir con todos vosotros mis trucos y me encantaría que también compartierais los vuestros. Así que, si os tomáis unos minutos para leer este post, igual podéis ganarle horas a este año para dedicarlas a vuestras actividades favoritas. ¡Ojalá que sí!

Lo primero que os aconsejo es que os hagáis con una agenda. Puede ser física o puede ser una aplicación para el móvil, el calendario de vuestro correo, una hoja Excel… lo que sea. Pero necesitáis un lugar donde reflejar todas vuestras actividades semanales.

En cuanto al formato, cada maestrillo tiene su librillo, pero a mi me gusta que se vea la semana en una página o dos. De esta manera es más claro hacerse una idea del tiempo.

Una vez tenemos agenda, podemos empezar a planear y anotar las actividades. Ante todo, hay que ser realista. El día tiene 24 horas, ni más ni menos, y el descanso y la comida no deben ser lo que sacrifiquemos por hacer otras cosas. Hay que planear con realismo lo que podemos llevar a cabo en un mismo día.

Lo primero que deberíamos anotar en la agenda es los días que trabajamos, las citas con el dentista, fiestas familiares, eventos a los que queremos asistir, exhibiciones, etc.

Yo anoto las obligaciones laborales mensual y semanalmente. Debido al tipo de trabajo que tengo no siempre trabajo los mismos días. También anoto los días que asisto a mis cursos, por ejemplo, los días que estudio japonés, inglés y las clases de suibokuga.

Después del trabajo debemos planear qué días vamos a salir a hacer compras para la casa, qué días vamos a limpiar la casa y otras labores relacionadas con la vida en familia. Aunque no siempre nos atengamos a la agenda, el planear los días que vamos a realizar estas actividades nos ayuda a organizarnos.

A continuación podemos ver los huecos que nos quedan libres cada día. En ese momento, yo planeo cuando voy a hacer las tareas de japonés, cuándo voy a redactar los guiones de radio, cuándo voy a ir al gimnasio esa semana y cuándo voy a ponerme a pintar o dibujar.

Aunque no cumplamos a rajatabla con ese horario, al menos tenemos la semana organizada. La vida es mucho más que matemáticas y siempre nos van a salir imprevistos que nos rompan los planes, pero mirando la agenda podemos ver más fácilmente como volver a hacer el puzzle de nuevo sin dejar apenas piezas, si es posible.

Bien, hasta aquí el tema de la agenda lo podemos llevar todos bien. Pero el problema surge cuando llega el momento de organizarnos en casa teniendo el día por delante y la pereza nos estira de los pies y Facebook está abierto en nuestro ordenador.

PONTE PRIORIDADES: Indudablemente, todos sabemos que estudiar para un examen, acabar los deberes, redactarle el informe al jefe y terminar esas líneas de código son mucho más importantes que saber cuál es la última novedad de Sony, leer el último post de tu novia o ver como va la liga de fútbol. No digo que no se hagan esas cosas. Pero no son la prioridad.Así que haz una lista de tareas y NUMÉRALAS según la prioridad que tengan en ese día. Intenta con todas tus fuerzas atenerte a la lista. Tacha cada actividad después de realizarla (a mi me produce una enorme satisfacción tacharlas, como si las hubiese aniquilado, ja ja ja…). Date una recompensa después de terminar cada una de ellas. Descansa frecuentemente para despejar la mente o estirar los músculos. Si un día empiezas una tarea grande pero te bloqueas, pasa a otra tarea y sigue con la grande en otro momento.

LIMITA TU TIEMPO. Ponte una alarma. En el móvil, en un temporizador de cocina, en el reloj… donde sea. Ponte una alarma y limita el tiempo que pasas en Facebook, Tumblr, Pinterest, viendo tu serie favorita de TV o cualquiera que sea tu debilidad.

En mi caso, sólo miro esas aplicaciones mientras desayuno (no hay nada mejor que desayunar mirando las preciosas fotos de Tumblr o Pinterest) o mientras viajo en transporte público. Significa que un mínimo de dos horas al día. WOOOW!!! La de tiempo que pasamos en el tren o los autobuses…

TÓMATE TIEMPO PARA COMER BIEN: Muchas veces, cuando tenemos prisa, la comida es la que peor parada sale. No comas basura. Come bien. Tu cuerpo y tu cerebro te lo agradecerán. Hay mil formas de comer sano a pesar de no tener tiempo para cocinar. Hay mil trucos para cocinar grandes cantidades y congelarlas, de ese modo podemos tener comida sana lista en un momento. De este tema hablaré en otro post. Por favor, no comas fast food. Una ensalada o un sandwich son las mejores opciones si tienes mucha prisa. Recuerda beber mucho y frecuentemente. No, no bebas refrescos azucarados. Agua, té, un poco de café y algún zumo natural sin azúcar añadido te pondrán las pilas mucho más de lo que imaginas. Y recuerda: DESAYUNA. Un bol de yogurt con cereales y frutas del tiempo, un sandwich caliente, una barrita de cereales, un batido con yogurt y frutas… depende del tiempo que tengas puedes desayunar algo muy rápido. Lo importante es que lo hagas, y que sea sano. El desayuno te dará fuerza física y mental para empezar el día con energía. Créeme. Yo antes no desayunaba nunca porque me daba angustia. Hay que forzar al cuerpo durante unas semanas. Al poco el estómago se acostumbra. Y tu mente te lo agradecerá. Pruébalo. Es mágico…

DESCANSA: Si no dormimos un mínimo de horas (cada persona es diferente, pero se aconseja dormir de 6 a 7 horas mínimas para los adultos) no podemos rendir bien al día siguiente. El sueño perdido no se recupera, pero el cansancio se acumula y nos pasa factura. Nos hace menos productivos. Así que, duerme lo suficiente.

SACRIFICAR: A veces sacrificamos el tiempo de cocinar o comer o el tiempo de sueño para dedicarlo a otras cosas. No debería ser así. Pero todos lo hacemos. En mi caso, la comida es sagrada. Si no tengo tiempo, como una ensalada o un sandwich en una cafetería. En cuanto al sueño, bueno, sacrificar 15 minutos de sueño por leer un poco, tocar la guitarra, navegar por internet, etc. no le hacen daño a nadie. En cuanto a sacrificios más grandes, reconozco que a veces mi casa podría estar más recogida. Pero nadie se muere por tener la ropa esperando para doblar un día, y el haber ido al cine o esa cena inesperada con amigos nos hace sentir bien y felices. Así que, en este punto, es cuestión de prioridades personales.

ACTIVIDADES EN EL TIEMPO LIBRE: Primero, vamos a definir tiempo libre como el tiempo del que disponemos para usarlo a nuestro antojo (significa que las tareas prioritarias del día están completadas). Podemos usarlo para descansar, para salir, para nuestros hobbies, para limpiar algo extra, etc. Normalmente siempre planeamos actividades con los amigos o la familia cuando tenemos tiempo libre, que suele ser los fines de semana. Bien, esto es muy sano y nos hace sentir bien. Pero no te cargues tanto de actividades recreativas que estés tan cansado que no puedas empezar la semana de nuevo. Las actividades recreativas deberían refrescarnos y animarnos, no estresarnos y agotarnos. Así que la clave es el equilibrio.

USA TU IMAGINACIÓN: Aunque las tareas de la casa no sean divertidas a simple vista, los niños disfrutan mucho cuando se cocina en familia. Aunque el limpiar pueda ser algo tedioso, acostumbra a incluir a todos los miembros de la familia en algunas actividades relacionadas con la casa. El tender la ropa por colores o organizar juegos mientras se limpia o ordena puede resultar divertido y hacer menos pesadas este tipo de tareas. En el caso de que no hayan niños y tu pareja no participe mucho de las tareas domésticas, organízalas de tal modo que él o ella pueda ayudarte. Échale imaginación, el corazón mueve montañas…

En resumen, si desayunas tendrás la fuerza mental y física para empezar a hacer las labores que tienes que llevar a cabo durante el día.

Si has organizado esas labores te será más fácil empezar por una de ellas y seguir un orden.

Si has realizado las labores que te has propuesto para el día, con realismo, te quedará un poco de tiempo para realizar alguna actividad de ocio. Dedícale un tiempo a esa actividad, pero sin robar tiempo de la comida o del sueño.

Si planeas tus fines de semana con diversión y descanso, en equilibrio, afrontarás la siguiente semana lleno de vitalidad y alegría.

Al llevar una vida organizada, cumplir con todas tus tareas y comer bien te sentirás más feliz automáticamente.

Pero lo más importante de todo lo que he dicho, pon el corazón en todo lo que hagas. Sea tedioso o no. Ponlo. Porque todo tiene una parte positiva en esta vida.

Probadlo, y contadme ^_____^. ¡¡¡Un abrazo enorme a tod@s!!!