¡Hola a tod@s!, ¿Cómo estáis queridos amig@s? Lo cierto es que después de tanto tiempo sin actualizar el blog, me sorprendería mucho seguir teniendo a alguien que me lea… pero bueno, quién sabe… ^__^
Me da muchísima rabia no actualizar el blog. Tengo la fuerza mental (no suficiente) para crear los posts en mi mente. Pero me falta la fuerza física para hacerlo. De hecho, me he pasado casi 15 minutos buscando direcciones y passwords para entrar a actualizar, porque ni me acordaba de como hacerlo… y espera, que ahora no me acuerdo ni de dónde tengo que subir las fotos para los posts… (U_U)
Es como todo en la vida: necesitamos energía mental y física para llevar a cabo todo lo que nos proponemos. Y a veces el ritmo de vida no nos deja fuerzas para nada más que lo imprescindible.
Ya hace más de un año que Ryuzo y yo nos casamos. Nos fuimos de luna de miel, hemos amueblado la casa, hemos tenido a mi hermana de visita, hicimos una fiesta de aniversario maravillosa y otras muchas cosas se nos han quedado en el tintero. Me da mucha rabia, pero así es. No hay tiempo ni energía para todo.
Así que, como las cosas no se hacen solas, pero hay muchas cosas que quiero hacer, lo que necesito es más fuerza de voluntad. Solía tener una de acero cuando era estudiante. Pero de eso hace ya mucho tiempo, je je je… ¿será que también me pesan los años? 😉
La verdad, el no poder haber actualizado se ha debido también a otras dos razones: estar ocupada en el “mundo real” (aumento de mi trabajo en la radio, al que amo con todo mi corazón ^___^, un viaje estupendo con mi hermana, mini viajes geniales con Ryuzo, pintar, pintar, pintar, mi tienda Etsy, sacarme el título de examinadora de Español DELE, trabajo para la tele, etc.) y a mi metamorfosis.
Mi metamorfosis, de eso principalmente es de lo que me apetece hablar hoy.
Tengo 33 años. Desde los 14 pienso cosas que sigo pensando, gran parte de mi personalidad no ha cambiado desde entonces. Pero desde hace 5 años empecé a ser sincera conmigo misma y a ver en mí a mi verdadero yo. Este año, sé quien soy y lo que quiero.
Algo que a mí nunca me falla es: “Dime qué haces y te diré quien eres”. Yo era una chica 100% racional que estudió informática, a pesar de estar muy interesada en el diseño gráfico. Me llevaba genial con mis compañeros de clase. Nos llevábamos todos genial porque todos éramos informáticos. Todos teníamos personalidad de informáticos. Cuando acabé los estudios, hice un curso de diseño gráfico. No encajé para nada con mis compañeros de clase. Me parecían la gente más irresponsable del planeta. Bohemios, inmorales, borrachos, inmaduros, descarados, mundanos, superficiales, indiscretos, infantiles, optimistas, despreocupados, materialistas… y así con una lista de todos los adjetivos negativos que yo más condenaba.
Ahora me doy cuenta de que era yo la que tenía el corazón demasiado pequeño como para abrirlo y aceptar que el hecho de que una persona tenga cualidades que yo no apruebe no significa que sea una mala persona. Sí, el problema es que a mi me faltaba tolerancia y experiencia.
Y en un largo proceso, después de cometer muchos errores, conocer a mucha gente que te ayuda a abrir los ojos, pasar por muchas experiencias diferentes y finalmente madurar un poco, resulta que al salir del capullo de seda no soy la mariposa que yo esperaba ver. No soy la chica racional al 100% que lo veía todo blanco o negro y condenaba a todo quien estuviese falta de juicio y no lo viese así.
No me habléis de informática. Me deslomé aprendiendo a programar. Y realmente era buena, bastante buena. Pero ya no me interesa trabajar con máquinas. ¡Ja! a la que llamaban Technogirl ya no le importa la tecnología…
Habladme de arte. No puedo dejar pasar un día sin tomar un pincel en mis manos y ensuciar un papel con colores de ensueño. No hay nada que me satisfaga más que pasar horas y horas conversando con mis amigos frente a un buen café. Y ya no juzgo a nadie. Vivir en Japón me ha brindado la oportunidad de conocer a gente de muy variados países y con muy variadas profesiones. No juzgo a nadie. Sólo escucho su historia. Y si puedo, les doy un consejo, pero no intento cambiarles ni les condeno.
Se me han abierto los ojos, me he hecho humilde, he roto la jaula en la que me criaron y vuelo libre con las puertas del corazón abiertas de par en par.
Una buena amiga mía dice que se me han abierto dos de los chakras más importantes. Quizá sea eso, hay muchas formas de llamar a una misma cosa. Yo lo llamo metamorfosis. Y me encanta el “monstruo” en el que me he convertido… ^___^
Ahora, mi gran pregunta es ¿cómo muchos de vosotros podíais ser mis amigos con lo repelente que yo era? XDDD bueno, supongo que vosotros también teníais el corazón abierto y no me condenabais… ¡vosotros lo aprendisteis antes que yo!
Brindemos por las maravillas que hemos vivido en el 2012, a pesar de toda la desgracia, porque no todo es malo en este mundo y no podemos centrarnos sólo en lo negativo.
¡¡¡Por la tolerancia, la humildad y el amor!!!
¡Un abrazo enorme querid@s amig@s!

Los pensamientos productivos te convierten en mejor persona. Gracias a tod@s l@s que me habéis ayudado a madurar.