Desde que conocí a Adrián Valencia este verano en Tokio (si te perdiste la entrada en mi blog te recomiendo echarle un vistazo, podrás leerme en mi más puro estado “fan total”, que solo me sale en escasas ocasiones XD), mi vida se ha rodeado de ilustradores y diseñadores gráficos ^_____^
Lo que no me parece ni real es que en el mismo verano haya conocido a mis dos ilustradores favoritos. A mis dos dioses en el mundo de la ilustración… En junio a Adrián Valencia y en septiembre a Jeffrey Fulvimari. (^o^)
Jeffrey es un ilustrador residente en New York que conocí por los bolsos y monederos con sus dibujos que se venden en Japón desde hace unos años. Me enamoré de sus dulces e inocentes chicas con ojos enooormes, peinados de ensueño y con la energía suficiente para comerse el mundo. Hace unos años, cuando visité por primera vez su tienda en Tokio, le dediqué un post en el que también hablé de Jordi Labanda.
El pasado septiembre hubo una exhibición con un evento especial, en Tokio, en el que Jeffrey Fulvimari iba a pintar en directo, ante un reducido público. Jeffrey suele dibujar y pintar con acrílicos sobre tela, aunque para ciertos trabajos también realiza ilustración digital. Para conseguir la entrada al evento había que hacer una compra en la tienda. Me volví a cargar de merchandising y nos dieron los tickets a mí y a mi amiga Rachel, quien venía conmigo. No podía creer que iba a poder ver a Jeffrey pintando en vivo y en directo…
El día del evento allí me planté, temblorosa y emocionada… cuando le vi preparando los pinceles y las pinturas se me cortó la respiración. Jeffrey Fulvimari, delante de mí… ^_______________________^
Mientras pintaba no podía apartar la vista de su ilustración. Ver la enorme facilidad con la que poco a poco le daba vida a esa preciosa chica con gafas no tenía precio…
Su mánager, una simpatiquísima mujer que habla inglés y japonés, se nos acercó a Rachel y a mí (yo estaba con ojos brillantes en plan Hamutaro) y estuvimos charlando un ratito.
Cuando Jeffrey terminó de pintar empezó la ronda de firmas. Si habías comprado algo en la tienda podías pedirle un autógrafo. Yo no quería su firma en algo que pudiera estropearse, así que pensé en llevarme mi cuaderno Moleskine. Pero como Adrián Valencia me dibujó en ella, ahora es un tesoro demasiado valioso como para sacarlo de casa. Así que me llevé una de las libretas que vendían en la tienda de Jeffrey Fulvimari.
Ronda de firmas, yo con el corazón a cien por hora y le llega el turno a Rachel. Jeffrey le firmó el estuche que ella había comprado y estuvieron charlando animadamente ^___^
Y entonces, llegó mi turno. Me levanté, me senté frente a él en la mesa, me presenté, y me dijo: Sí, claro, ya sé quien eres, la Esther Molina con quien hablo en Instagram…. ( @esthermolinart , por si queréis seguirme) O____O ¡¡¡kyaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, me reconoció!!! Me salió la Esther tímida y me dio muuuucha vergüenza… ¡¡¡ja, ja, ja!!!
Estuvimos hablando un ratito y nos hicimos una foto juntos. Me invitaron a asistir a otro evento (¡¡¡a pesar de no tener ningún ticket especial!!! yeaaaaaaaaaaaaah!!!) y me marché a casa feliz feliz feliz feliz feliz…
El otro evento al que asistí fue también increíble. Ver a Jeffrey pintar en directo es maravilloso. Su tranquilidad y control son fascinantes… Dibuja de tal modo que parece que lo haga sin ningún esfuerzo… Además, cuando terminó estuvimos charlando largo y tendido ^____^.
Mi gran sorpresa en esta ocasión fue que Jeffrey Fulvimari también me dibujó… No puedo creerlo todavía, no puede ser verdad, pero lo es… Jeffrey Fulvimari me ha ha retratado… ¡Aaaaaaaaaaaaaaahhh! ¡¡¡Qué preciosidad de dibujo!!! ^_____________^ De nuevo, un sueño totalmente imposible, se hace realidad…
Este verano me sucedieron cosas tan maravillosas e increíbles que dije: “Si me sucede algo más voy a explotar de felicidad”. Han sido taaantas más que he explotado como un supernova. He vuelto a nacer. Más feliz, más brillante, más consciente de que nada es imposible y más perdida en la magia.
Ahora solo me falta hacer malabarismos para ajustar mi horario y organizarme bien para poder hacer todo lo que quiero hacer. ¿Me escuchará también esta vez mi genio de los deseos? 😉
Todas las imágenes de las obras de Jeffrey Fulvimari están sujetas al Copyright y los Derechos de Autor.
Hola Esther,
Lloré de emoción al leer tu entrada, nada más de pensar en ello se me pone la piel chinita…
Me da tanto gusto que te pasen cosas tan fantásticas \(^o^)/
Definitivamente vives la magia, deseo que así siga.
Te mando un fuerte abrazo 🙂
¡Gracias, Paprika! Parece que perseguir nuestros sueños sea algo de bobos, pero no lo es… Deberíamos todos confiar más en nuestro corazón y trabajar duro por lo que realmente queremos…
Por eso ahora necesito organizarme bien y tener mucha fuerza de voluntad…
Un abrazo enorme!!!